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miércoles, 23 de marzo de 2011

...Ídolos de Barro (Made In China)...

"Despierta"
...Primera, ídola...

Y te llevas mis costillas, mis mejillas, mis órganos desordenados, mis alcohólicos anónimos, mis antónimos perfectos, mis zapatos, mis invertebradas ganas de acariciarte hasta los huesos, mis labios pálidos de tanto morderte los recuerdos.

Tus domingos, mis sábaTos, mis ídolos de barro, mis doscientas medias Made in China, las lamparillas de ventanas con que ahuyento a los fantasmas, las ganas de dejarte sin las ganas, las Honoris Causa de mis Gatas.

Tus senos y cosenos, mis tangentes, mis masturbaciones más secantes, los entierros, tus ingles, mis hábitos más deshabitables, tus pestañas postizas, tu cuerpo majadero, la vestidura, mi armadura, mi manzana y hasta los pecados que no te conté por morderte entre los labios.

Y me dejas tus mandíbulas para remorderme la conciencia

lunes, 21 de marzo de 2011

...El Camino a Babia...

Escrito por:

Diego Vaca Jaramillo y
Espantapájaro LiteratoS

En el césped de aquel extraño jardín aún podía verse la sombra de su enorme sombrero, la había visto inclinarse lentamente desde hace algunas horas que permanecía sentado tratando de comprender, quizá por alguna casualidad, porqué un cuervo es igual que un escritorio. Eso lo mantuvo ocupado durante largo tiempo, y aunque no halló respuesta cuerda alguna, logró mantener alejada a Alicia de sus pensamientos.

Hacía mucho tiempo ya que Alicia abandonó las maravillas y su recuerdo se iba desvaneciendo lentamente hasta volverse tan solo imaginación. No encontró oráculo alguno en aquel lugar que le diera la razón por la cual decidió marcharse.

Las maravillas se convirtió en un mundo lleno de alegría, todos sus habitantes se dejaban en felicidad, menos aquel loco sombrero, sentado en la cima más alta del lugar, con la mirada fija hacia el oeste.

Alicia se despidió con un tímido beso entre sus labios, las luciérnagas, la liebre de abril, los arbustos, todo se quedo estático en aquel lugar. Alicia no acostumbra despedirse, Alicia te abandona mientras su voz relata que te quiere.

Lejos de aquél mundo que lo despertó, Sombrero decidió marcharse de las maravillas junto a Adelita, talvez así podría dejar de notar su falta de presencia. Rumbo a las Pesadillas fue dejando su rastro sobre aquellos jardines que lo vieron reír, que lo dejaron inquieto tanto tiempo, a cada paso que se alejaba más cuerdo se volvía, directo a Babia se marcharía.

“Cuerdo jamás, pues la cordura en este país no tiene lugar, estar cuerdo, Alicia, significa ser igual que los demás, mi locura es solo mía y de nadie más, amo la locura, amo estar loco entre los cuerdos de atar” – fue lo que constantemente se repetía a cada paso, tratando de responder a las preguntas que ella siempre le hacía, como si no deseara olvidarla.

“Cuerdo, cuerdo jamás Alicia, no, no comenzaba así, ¿Alicia?”- Poco a poco la cordura de aquel lugar lo fue cegando, lo iba dilatando de a tantos, se estaba quedando sin recuerdos.

Varios meses transcurrieron desde que abandonó las maravillas, Sombrero tan solo detestaba olvidar, pero ya no comprendía si era el recuerdo de un recuerdo lo que le iba quedando, y sin darse cuenta, pretendía que la invasión de la cordura le brindase una respuesta, por lo menos una sola. Y aunque ya es muy tarde, sus ojos no descansan, no hasta reconocer quién fue.

Adelita se marchó, sin decirle adiós, prefirió volver a las maravillas. Sentada junto a el, no era nada más que nada, la cordura lo había enloquecido de tal manera que Adelita no soportaba más su consciencia, haberse sentido culpable de aquel momento era mejor que decirle lo siento. Tomó sus girasoles deshojados con el tiempo, besó a sombrero, se marchó.

Aún no sabe qué determinación tomará al pie del amanecer, la esperará hasta verla llegar vestida de azul o la buscará entre los musgos del bosque hasta el infinito y el más allá, total lo único cierto es que esperándola o saliendo a buscarla, su vida será solo de Alicia, solo de ella y de nadie más.

“Soy víctima de un sueño, frágil temperamental, que antes de dormir decidió soñar, quiere mi disfraz, vivir como un mortal, esperarte más allá del más allá, donde al volver a mirarte, la locura rozará la eternidad, solos juntos tu y yo, Alicia y nada más

Desearía buscarla, sin saber que la encontrará… Una vez, y para siempre más.

"Renga"