"Habrá leido el prólogo del "El Capital" de Marx y creyose de izquierda".
Primeras impresiones, segundas teorías, ni siquiera las tintas, las mejores, se han gastado... Es que en éstos días llueve tanto.
El principio de los amoríos de verano es el mismo: se habla más, se sueña más, se duerme menos. Con el transcurso del tiempo las relaciones se van dilatando: se pelea más, se habla menos, se sigue durmiendo menos, más escenas de celos y menos escenas de camas.
Eso sabemos nosotros los que dormimos más en aereopuertos que en una propia cama, en un cuerpo ajeno, sin propio cuerpo con camas ajenas de por medio.
Se pierde el sentido del tacto, se pierde la vista, la orientación, el mismo sueño invade noche y día la misma mente viva por un ebrio subconsciente, la misma historia se repite segundos después: "la conexión es la única que no se pierde".
¿Y quién puede juzgar una habitación tallada en distancias?, ¿cuánto dura una hora en sitios distintos?, obviamente lo único que cambia es el nivel del mar, pero una hora sigue siendo una hora, aunque no nos parezca, así es la distancia.
Pero dejando de lado todo y suponiendo que las barreras se caigan, el hecho de tener las defensas bajas te lleva a cierto tipo de acciones: "volverse a ver con quien no se ha visto después de voler a no saber de tal o cual"...
Cortar por lo sano cuando aún es temprano. Quizás por esa tardanza es porque el traslado de "amores" a "amigos" es putísimamente más jodido que el de "amigos" a "amores"...
...Dedicado a los que nunca llegamos a tiempo, por nuestros malditos aereopuertos...
miércoles, 27 de abril de 2011
martes, 19 de abril de 2011
...Hasta Entonces (Made in China)...
...Entonces ya no habrá más vientre, ni cama, ni aguacero compartido, ni disturbios ni silencios remordidos entre puertas semi abiertas, espiándote desnuda...
Entonces no habrá nombre ni apellido, ni cartas a destinatarios conocidos, ni preguntas ni fines de semanas, ni los idiomas en tus ingles, ni balcones ni vecinas...
Hasta entonces, habrán recuerdos, remordimientos, sujetos, objetos, muelas y ojos cabizbajos, habrán canas en el aire, gustos y disgustos, cuerpos majaderos, vientres sin espermas...
Después de entonces, habrá un semi casi muerto, relleno, recocido nuevamente, tratando de arrancarse las arrugas en espejos arrugados, habrá un cadáver semi vivo al costado de mi cama, habrá algo que ya no es nada...
Y ese mismo instante, hasta ese entonces, el mismísimo reloj la misma hora para siempre, y los siglos de los siglos no serán más que los segundos de los segundos de tus pasos atravesando rendijas, hasta confundirte con la masa que habitase sin darme cuenta después de mis cobijas...
Entonces no habrá nombre ni apellido, ni cartas a destinatarios conocidos, ni preguntas ni fines de semanas, ni los idiomas en tus ingles, ni balcones ni vecinas...
Hasta entonces, habrán recuerdos, remordimientos, sujetos, objetos, muelas y ojos cabizbajos, habrán canas en el aire, gustos y disgustos, cuerpos majaderos, vientres sin espermas...
Después de entonces, habrá un semi casi muerto, relleno, recocido nuevamente, tratando de arrancarse las arrugas en espejos arrugados, habrá un cadáver semi vivo al costado de mi cama, habrá algo que ya no es nada...
Y ese mismo instante, hasta ese entonces, el mismísimo reloj la misma hora para siempre, y los siglos de los siglos no serán más que los segundos de los segundos de tus pasos atravesando rendijas, hasta confundirte con la masa que habitase sin darme cuenta después de mis cobijas...
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