expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

martes, 20 de julio de 2010

...Crímenes y Cómplices...

Las entradas sin salidas, las victorias sin partidas, así estamos previo a un duelo sin muerto ni asesino, sin culpables ni inocentes, porque entre tantos residentes y entre los pocos visitantes, quedamos tú conmigo de testigos, como cómplices de vino tinto, amargos por afuera, añejos por adentro.

Demasiadas noches demasiadas, pocas nueces y grotescas las entrañas, así sentimos los sentidos y los pésames difuntos de un encuentro taciturno, que más que encuentro, y con poco disimulo, es un sueño de escalera, sin firmas ni contratos, sin quimeras, como socios de la soledad que nos espera.

Y cuando estemos frente a frente, con los crímenes a flor de nuestras sienes y los vestidos pernitentes bajo el amasijo de cuerpos hirvientes, háblame y discúteme, que las únicas mudas que nos sabemos son las aches (¡y vaya al resto a saber como se escriben!) que dispuestos estaremos a susurrar a la hora de rehacer y deshacernos al amarnos.

Porque yo he querido, y rasgado las sombras del olvido y del recuerdo, que quisieras que querramos ser carne para sabernos a nuestros apetitos, porque somos malas compañías, somos buenos mentirosos, somos carne y hueso de pecado desbocado, porque entre los ojos que no miran huellas de un presente sin presentes, están los corazones que no saben si latir o temblar hirientemente.

Porque hemos sido cómplices y testigos de nuestra propia coartada, porque nuestro crimen nos querrá, cuando se le venga en gana. Y que el pecado para dos lo tomemos temprano a la mañana...

"Pecados para Dos"

lunes, 19 de julio de 2010

...Que todo sea un Sueño...

Que la avenida se llene de extraños
Que no te inviten por ser invitado
Que la verdad no bese en los labios
Que no te sepan si haz sido pecado.

Que no te sobren cuando no quede nadie
Que no te esperen, que se haga muy tarde
Que no te ganen sin haberte apostado
Que no te pierdan sin haberte jugado.

Que si te aman no sepan hacerlo
Que si te buscan no encuentren tus restos
Que si se marchan no sea tan temprano
Que si te olvidan, que no sea en vano.

Que los azares no sean al azar
Que las mentiras no tengan verdades
Que los encuentros no sean tan probables
Que las caricias te enseñen a amar.

Que todo sea nada
Que nada sea un sueño
Que sueñen contigo
Que sueñen despiertos

miércoles, 14 de julio de 2010

...El despertar Equivocado...

Un sonido distinto remueve tus sentidos, el televisor encendido que apenas suena en un canal de habla inglesa, las ventanas del lado que nunca fueron, aquellas manos que calientan tu cuerpo no son las tuyas, pertenecen al cálido cuerpo de una anfitriona anónima de pies a cabeza, que susurra tu nombre, que respira contigo...

El olor a café destrona tus desayunos de vino y cigarro al medio día, la puerta entreabierta, tu despedida.

De repente te encuentras en una sala de espera desesperada que a gritos pide que la recuerdes, en aquél pasillo te espera un Déjà vu que deja en jaque a tu memoria, y luego de haber ido en contracorriente, te encuentras con aquél ascensor en el séptimo piso de la torre más alta que te recuerda a tu planta baja sin escalera a la nada, sin diamantes colgados del cielo.

Con el cabello húmedo, con olor a todo menos a tu perfume nocturno, con el corazón que anda en lo suyo, tus ojos atentos a la espera de algún inquilino inquieto y el saludo fraterno del portero canoso, como si te conociera de siempre, dejas frente a tu espalda la última puerta de cristal de aquél laberinto, y el brillo entrometido de un sol veraniego opaca tu mirada.

Levantando la mirada hacia la nada, abres la puerta del primer taxi que espera frente a ti, y le respondes a aquella voz que no es tuya frente al retrovisor: "Doble en la esquina, nos vamos a casa, ¡Hasta pronto, callejón sin salida!"


"Pecados para Dos"

martes, 13 de julio de 2010

...La Manzana de Eva...

Yo no quiero aprenderme de tu letra, ni cantarte con mi voz de egoísta, yo no debo saber si de esta manera, te tendré hasta el fin de este día.

A este Zascandil de ocasión, enséñale el amor, a rehacerlo y deshacerlo a gusto y semejanza, pero no le pidas que se quede en tus caderas, pues si aprendió a querer de tí, mañana querrá de tu enseñanza en las pieles de otras damas.

A este principiante sin princesa, déjale irse por la puerta trasera, ensuciarse en el cariño barato de alguna Dama Juana Sabinera sin la necesidad de decirse quién ha sido, quién ha amado, pues entre tantos malos tratos y entre tanto vino amargo, solamente recordará que su antifaz de ser humano enfriará sus pies luego de habérsele olvidado entre las manzanas de mil sábanas, media docena de zapatos, unos bofetones y algunas medias tintas donde duermen los pecados.

Pues este cuerdo sin sombrero aún le debe esta costilla, aún no ha sido condena, aún no ha sido destierro, aún no ha caminado tanto. Y aunque juegue con las dudas y las cartas de alguna Judas por semana, aún le sobran las partidas con gusto a despedida, con escencia de ocasión.

Y al final, te contará de esto, secreto de todos como si nunca existió, argumentando en el balcón sin verbos en los labios, que los besos que no le haz dado y los que nunca se pidió, son los más exquisitos, para saciar su adicción.

Y este mismo aprendiz de tus pecados, será el último en besarte la boca pero el primero en quitarte la ropa, con la receta justa de tu enfermedad, con la pasión en la piel de mirarte nuevamente, y ser de tu manzana un perfecto pretendiente...


"Pecados para Dos"