expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

miércoles, 18 de abril de 2012

...La ventana...

Entre el tumulto, que queda después del mísero abandono de los cuerpos, queda el olor arrinconado en la esquina del cuarto del fondo, sobran las últimas prendas desvestidas añorando cuerpos calientes, faltan voces, se escuchan espantados los silencios, compartidos y alquilados.

Entre el bullicio de la ventana a medio cerrar se escuchan las voces de los invitados, los que están y los que sobran, los que dan el negro a la tarde gris tan gris que hasta al mismo sol, que sobrio y sin adornos, cobarde dormido se ha quedado.

Tu allí, buscando en los restos el resto del amor compartido, alquilado en el mismísimo cuarto moderno... Yo afuera, con las piedritas en los bolsillos por saber se de una buena vez, me ves.

lunes, 9 de abril de 2012

Piel (Antigüedades)

Y sentada estás, esperando que me fuera, que me fuera de tu timbre, de tu casa, de tu ventana, de tu adentro. Y Tumbado yo, como esperando que me fueras desde el timbre, desde mi casa, desde mi ventana, hacia mis adentros. Y es que cada uno, con su costumbre/incertidumbre, insertada en el vigésimo sexto sentido de la columna vertebral, diciéndose así mismo: "Quién aguanta hasta mañana"

Y me pregunté, mientras las amantes se envolvían en su costumbre, si fuese capaz de amar más que a la carne que viste hoy en día, que si sería permitible remendar lo que arrancó con sus mandíbulas. Y me pregunté qué día era.

Y Cómo irme de tí aunque ya sea jueves y ni las sábanas de éstas patas de madera que nos soportan dormidos en horizontal se sudan en nuestros cuerpos. Cómo irme de lo tuyo si lo que soy yó llegó a tí un día cualquiera. Cómo me olvido de tí , sinisiquiera sé si fuiste pecado o capital

Y Resulta que, hoy, aún me sigo contando las costillas, y saber si de repente, vuelves. Y resulta que no me falta ninguna, contando de arriba a abajo, de abajo a arriba. ¿Cómo sabré que existes si no me dueles?. Y de repente, vuelves, vuelves a mi piel, y en la vasija de tu cuerpo hirviente, a la maña siguiente, nos aguantaremos con tacto ajeno.

domingo, 1 de abril de 2012

...Prohibido...

Prohibido amar después de las seis, que alguien despierte al reloj, que deje de sonar, que golpeen la mesa, el tablero, que el peón se vengue del rey, que gane el mejor.

Prohibido pensar antes de las seis, que alguien se duerma, que me muerda la boca, que alguien me diga que estaba prohibido besar a Julieta, a María, a Natalia, que alguien prohiba el silencio de los inocentes porque ellos saben más que nosotros, por eso se callan a las seis y cuarto.

Prohibido fijar carteles, vengarse del prójimo, acostarse con tu próxima, casarse, divorciarse, prohibido los abogados, los economistas, los ecologistas, las manos, el amor a ciencia cierta, porque nada es perfecto, porque queda prohibido, terminantemente prohibido mentirle al pueblo, porque para eso ya están ellos, los mismos a quienes tenemos terminantemente prohibido votar, porque la democracia, la igualdad, el vientre de tu madre, el sexo de tu mujer, las ganas de tu amante, parten del mismo punto, llegan al mismo lugar.

Porque aquí, en esta tierra, donde el amor se hace a manos llenas, se deshace por las letras pequeñitas del contrato, porque aquí queda prohibido prohibir.

Necio, ser humano, hombre y mujer, necios. Porque si prohibieron al pueblo callar, dejarse coquetear por fijar carteles en la Plaza de un mayo, déjense de una vez, carajo!, prohibir...