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lunes, 22 de marzo de 2010

... Hija de la Luna II ( Camina ) ...

"... Noche taurina contra las risas de mi propia envidia, a veces me siento tan tuyo, y hay otras que no me debo ni a mi sombra ... Camindando voy contando los tantos sin mi de tus contigos ..."

SEGUNDO MENGUANTE

Se despierta el rocío, empapado de hastío, avergonzado amanecer que tarda en diluirse, mientras el incauto cautivo de la soledad, renace al sentirse observado ... Ha perdido sus pasos, gastando un sueño medio amado ...

En la laguna distante de su mundo, la correctía de ella madruga transitando los medianos días. Sus labios sostienen palabras, mudando a los balcones los vientos de revancha de un sueño arrebatado ... En su pequeña condena, se hizo de un escape en secreto, presintió que el temblor de su voz correría un divino secuestro, pues se acercaban sus primeros abriles, y tan solo deseaba camniar sobre lo simple escondido en lo complejo, camniar, tan solo caminar sobre espejos de aquel verano eterno y perderse en destierro...

Tomó su este como coartada en su trinchera, escoltada de estrellas y señuelos humanos ... La noche era en su llanto, la felicidad de su Luna eterna ...

Una vez ahuyentados sus espectros, el espía ronda el oeste, vagando ... Camina rumbo a sus deseos, su mirada solo contempla el destierro de toda luna menguante que no se merezca el reflejo de ella ... Desearía sentirse real entre los cuerdos de atar ...

Sobre mares y desiertos, la hija de la Luna se encierra con pasos ajenos, rogando que rocen sus manos y descifren sus lunares, pequeños souvenirs de sus viajes ... Ya cantando la luna llena en auqellos senderos, un viejo gitano inquieta su mirada, y recitando en sus cuerdas cabizbajas, con la voz tan ronca de tanto escuchar su nombre, mencionó mirándola:

"Caballero de grandes cruzadas, asaltos armados, rumbo al oeste cazando menguantes hasta poder encontrarla ... Y ha de encontrarte y rondará tus pecados, rasgará tus vestidos y te amará donde habita el silencio ... Y te ha de encontrar y escribirá un soneto con tus tonos mayores ... Y ha de encontrarte persiguiendo tu espectro, bailando con tu sombra en los viernes de Abriles, olvidando Magnolias... Y te ha de buscar, hasta poder encontrarte ... Hija de la Luna ..."

Aquella voz se hizo eco, y minutos más tarde se esfumó ... Ella encerró en su memoria aquellas frases en desacuerdos , y su piel de avellana, pálida se tornó, y sintió latirlas en sus manos ... Algo inédito ocurrió, sintiose viva en aquel cementerio, miró hacia el cielo y aquel sol en celo, se despidió como un caballero ... Dispuso su rumbo cambiar y habitar en lo que habría descubierto aquel día ...

Y el, tan solo el, cabalgando sobre su Telián errante, escapista de un circo, mudo repleto de aplausos, mencionó al caer en la tarde : "El eclipse, está por llegar ..." ...

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