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domingo, 28 de febrero de 2010

... Saludes, Restos y Tertulias ...

... Saludes, por los volverés, jamases disfrazados de talvez, quizás, nunca lo haré,
Por los bailando con tu sombra, en las plazas de Congreso, plaza Francia, de fragancias menos remordimientos ...

Por los Restos de ser juez y parte, de este disparate, que no deja de cantar,
Por los restos de los cuerpos, vinos tintos, los catorces, los quinces, los sesenta y tantos sin impuestos ...

... Por las Tertulias con sombreros, aromas de café recién despiertos, el baúl de los te quise, los versos no cantados, ásperos y rústicos, anclados a tus años ... Por las mañanas de mas tardes, los caminos al desierto, los atardeceres de Febreros ...

... Saludes, Restos y Tertulias, por el cuento en cuento, las sonrisas entre sueños, los orgasmos en sentido sin sentidos ... Por las caricias añejadas en el viento, las nocturnas madrugadas, los besos, aguaceros en manifestación ...

martes, 23 de febrero de 2010

... Habitación(es) ...

... En nuestra habitación la paz nos pide guerra,
El cielo está en la tierra,
En nuestra piel hay toque de queda,
La pasión es quien gobierna ...

... En nuestra habitación, mis sentidos te desean,
Piel con piel en tu costura,
La razón se hizo locura,
Golpe de estado a la decencia ...

... Mientras tanto, si recuerdas,
Antihorario fue este tiempo,
Haz dejado tu perfume como prenda,
Marchamos hasta el sol del desencuentro ...


… VeintinIeves de Diciembres de las Dos Miles nIeves …

... Hablemos del Silencio …

... Es la primera vez que espero, entre el debate hacia el destierro, y el encierro profundo, de estas palabras que a menudo resultaron ser señuelo de lo ajeno, de este latir en la garganta, extranjero entre lo nuestro ...

... En este cuarto, interrogando las miradas, hablamos de fantasmas, pasados moribundos. La novena nota de este aguacero, matiz de un origami desecho por el viento, dejó que aleguemos, demencia en silencio, preferir debastar este encuentro, a encontrar lo que hemos perdido ...

... Este verso en silencio, alivio de luto, dejó al frenesí en un coma profundo, hablemos del silencio en silencio, el ruido será nuestro destierro nocturno, pero mientras dure la mañana agobiante y sin rumbo, hablemos en silencio, del silencio, por lo menos, por varios segundos ...

... Dejemos que el silencio, se aferre a nuestro miedo, a ese miedo que se siente, cuando ya no sientes nada ...

domingo, 21 de febrero de 2010

... El Huésped de los inocentes ...

Sentado frente al mar, sus ojos palpitan al bramido del mar, su fuerza no se detiene ...

Sus glorias descansando en su pecho, batallas que jamás ganó, lugares que nunca transitó, heridas sangrantes, abiertas con culpa directo a sus pecados, su corazón aguijoneado, de amores nunca amados, amantes insatisfechas, recuerdos olvidados ...

Sus manos, rodeadas de sombras, escondidas al pasado, se aferran a su último cigarro, sobreviviente entre tantas colillas que rodean su espacio ...

Llegó para quedarse, nunca sabremos cuánto, al puerto inhabitado, casado con la soledad del mar, su silencio, pesadilla de un camino directo hacia la luna, sendero nocturno, sin escape ...

Los inocentes, guardamos su silencio, lo nombramos dios entre los muertos, mas nunca habló, cometiendo cien pecados, sin mostrarnos su sonrisa, congelada al firmamento ...

Solamente mencionó su capicúa intermitente, falta ortográfica de su voz arrugada por el tiempo, mal trecha, sin eco, con desprecio, su nombre se hizo noche, día, vida, su religión ...

Los años recorrieron su cuerpo, lentamente, carcomiendo lo poco que queda de el, esperando aquel ansiado regreso, pero se quedó, raíces en el suelo, sus piernas no respondían, ni al suspenso de la tormenta, la lluvia, el calor ...

No es un habitante, de esta isla sin regreso, no comparte la dicha de su vida, su libertad con nadie mas que con su mar, con sus llagas, sus venas derramadas, secas hacia el sol, relegadas al viento ...

Los inocentes, se están durmiendo, yo cuento su historia, el me resguarda un secreto, su próxima batalla, a la que jamás llegará, será en el centro, la hoguera ha sido su último deseo... Espera un poco más, todavía, resta tiempo ...

El huésped de los inocentes, se unirá lentamente al mar, la marea lo ha sentenciado, se ha quedado, esperando, su silencio ahora es nuestro, su religión, nuestro nombre, en busca de ella, han partido ... Su historia, con principio pero sin final, me ancló a su espalda, seré un huésped en mi propia ciudad, hasta esperar su deceso ...

Huésped, tu tristeza ha regresado ... No sé si nos recuerdas, o te hemos olvidado ... Nuestro silencio, ha hablado ...

sábado, 20 de febrero de 2010

... El resto de los abrazos ...

Sentados en la cera de estas velas, muertas, dueñas de lo que fue, de las entre manos, de los pasos ahogados ...

Furtivos caminos, de lados incorrectos, humedad del suelo rústico en el que nos hallamos, alfombra de estos sueños, deslizados por los rincones, frente a los claveles, deshojados, por pasiones encubiertas ...

Dejando de la lado lo correcto, huéspedes de una habitación sin desierto, el reloj sin tiempo, marca el minuto incorrecto, tiempo de marchar, de negar la mirada, clausurar los peldaños, de estas escaleras, al recuadro, al listado de los pecados, atenuante frenesí incendiando ...

Del resto no recuerdo, prefiero olvidar, al preciso instante, donde las ramas de estos abrazos, se despojan, se marchan, se olvidan ... Del resto de los abrazos, resta menos de lo que esperamos, los nombres se han resbalado, las miradas nos han abandonado ... En este trance, restando los abrazos, nos marchamos, sin mirar al espacio, que hemos recortado ...

02/10/07

viernes, 19 de febrero de 2010

... Querida (Luna de Abril) ...

Lunes de abril, por la mañana, nunca sentí este sentido absurdo por el amanecer, deseo la nocturna cita, desde la primera vez que me perseguiste, desde que te conocí ...

No solía mirar para el cielo, sentía una pérdida de tiempo, la línea recta de mi vida no ondulaba, ni por los cruces de esquina, semáforos en rojo, canciones de amores absurdos, codicias del mundo sin sombra ...

Aquella noche bajo la lluvia densa, como habitantes de un sitio donde no esperan, ni tren, no son ni pasajeros, solamente están ahí, cubriendo donde nunca moja, llorando donde nunca seca, esa noche, en pleno estado de espera, te conocí, sabía que nunca te habían tocado, que esa farsa de haber golpeado tu suelo, era solo eso, una farsa, media tinta del siglo veinte, por conseguir sus primicias ...

Fui siguiendo tu rastro, inclusive en las noches sin estrellas, con nubes espesas, como la mirada que me fijaba hacia ti ...

En cada noche, bebiendo ginebra, sobre el coche, en las aceras de este pueblo sin fantasmas, sin bares, a la media nocturna ya esperaba por ti ...

Me enamoré de tus llenas, de tus cuartos, menguantes y crecientes, fui acomodando mi respiración a tu movimiento, como carretera sin destino final, sin resucitar lo material, éramos solo tu y yo ...

No soportaba las mañanas de verano, los ruidos de los autos, me esparcía por la gente, hasta llegar a la montaña de la ciudad, y esperarte, poder mirarte, doce horas más, hasta que el te quite tu estandarte ...

Solo esperaba abril, cada año para mí fue siempre, abril, no existía más, ni cumpleaños, nacimientos, muertes, solo era en abril, donde yo podría existir ...

Nada me arruina la prisa, no hay pasos obligatorios, esta noche, te espero, viernes de abril, en aquel sendero, mañana no estaremos más, he soñado encontrarme contigo, lejos de las pesadillas, juntando, soñando que soñando contigo, aunque sea en el infierno te espero, para fundirme en tu fuego ... Hoy es tu último cuarto, pero mi primer entero, nuestra última cita, y nos uniremos, cuando el amanecer choque con el cielo, me apegaré a tu cuerpo, como si fueses de cera ... Apagaré las velas, esta noche ... Te espero

jueves, 11 de febrero de 2010

... Versos tinta negra ...

... No quiero comprarle las alas al angel caido, para volar a donde ya no estás, sin brazos abiertos y con llagas en los versos ... No deseo cortarle las venas al vino tinto para derramar sobre las piedras, para encontrar el camino de regreso ... Quiero los inviernos otoñales, madrigal de tus pesares, quiero la voz ronca de tanto gritar tu nombre entre las sábanas, sin encontrarte ...

... Todavía no entiendo ese desentendimiento entre las causas, los azares, las terribles epidemias que aquejan a este corazón sin latir, debilitado por las rosas negras del funeral sin muerto, muerto en vida, desgarrado en muerte, olvidado en el estribillo del himno a lo inmoral, al correcto guión de hacer lo incorrecto, entre tantos perfectos ...

... Partidos en dos los mares, nacido en el mar muerto, concebido en el desierto, desierto de crudo calor de invierno que quema hasta en los huesos ... Sangre negra derramada entre los versos, tinta negra del despecho, de sufrir efectos por mas de cientos de siglos de haber muerto, no regresa más para espantar sus fantasmas, sin espectros ...

lunes, 8 de febrero de 2010

Gracias por el fuego (Lo malo del después)

... Lienzos grises de un rotundo y marchito precipicio ...

Lo malo del después, es el sabor irremediable del prematuro amanecer, sin telón nocturno, resaca de un ayer, envuelto en lo profundo ...

Lo malo del después, es su perfume enmohecido en los ojos ciegos de su cuerpo, de la revuelta en los sentidos sin sentido alguno, de lo ilógio en escena, del fantasma de sus besos ...

Lo malo del después, es el tránsito eterno sin paradas de por medio, al desierto, al recuerdo ...

Lo malo del después, son las preguntas de respuestas con mitad verdad y entera mentira, para malgastar el tiempo en que el después desquebrajó los huesos, y dejaron en soledad las sábanas frías, muertas por su herida ...

Lo malo del después, es el peor invitado a la cena de la noche a puertas cerradas, teléfonos callados, alcobas sin pasos apurados, sin líneas en las manos ...

Lo malo del después, es ver sentir que después, habrá otro después, sin temor de volver ...

Lo bueno del después, es aquel café, humedeciendo los rostros, acompañando las sonrisas, las charlas con cigarros apilados y las cartas en las manos ... Gracias por el fuego ...

... Alquilé un espacio, cerca de sus ojos carmesí ...

martes, 2 de febrero de 2010

Tácito (Palabras para Sara)

… Por favor despierta, están llegando… Están llegando …

No se si es el principio, el final, no recuerdo si fue el último invierno o el primer verano, en tal caso, el calor de las llamas opacó esa noche, para consumirnos como lo que fuimos, nada más que un conjunto animado de paja seca, mal trecha.

Cada noche, fue un principio, cada amanecer, un te volveré a ver, en aquel mismo lugar, en aquel maizal que fue más nuestro que los cuervos, fue el caudal que necesitábamos, para saber que estábamos vivos, sin final.

Sara, tu nombre me recuerda a todo, tus ganas de saberlo todo, irrumpieron con mi ansiedad, me dieron vida y nos llevaron a mundos inimaginables, por fin podría olvidar a mi novia nocturna, o al menos invitarla con nosotros por el riachuelo del maizal. Sara, si fuiste una sola entre tantas, recordabas cada cosa, aunque sabías que la olvidarías al día siguiente, pero en las escasas 24 horas, me hacías sentir eterno.

La primera vez que te vi, tu sombrero, tu corbata sobre el cuello, tus brazos extendidos al horizonte, los cuervos sobre tu cabellera, tus ojos, tu sonrisa eterna … Ese día conocerte fue nuestro entierro, aquel día me recordaste que tu creador , el viejo Oz, te dio un nombre y no lo olvidarías jamás, y que el mío, Ran, tampoco se podría borrar de nuestra mente .

Al pasar los días, nuestra inquietud por saberlo todo, rompía las reglas de nuestro mundo, pero, pero qué digo, si en nuestro mundo no habían reglas, ni relojes de arena, no existía el tiempo, la distancia, los males de los humanos, éramos uno entre tantos pájaros vestidos con túnicas negras.

Nuestra inquietud nos llevó a que cada noche, sea un escenario ajeno al real, podíamos soñar, crear, en las noches, cuando todos dormían, nosotros despertamos lo que ellos llaman el amor, aunque sabiendo que no teníamos corazón, sentíamos que nuestra fina tela, podía latir.

La última noche que te vi, decidimos preguntar si habría alguien más de los pocos seres que nuestros ojos podrían alcanzar a mirar. Rompimos las cuerdas, caminamos por primera vez, el molino del viejo Oz se rompía con el viento y deshacía nuestros pasos, pero no nos importaba, estábamos juntos, y al llegar a su posada, las ventanas se arremetían con fuerza, capaz de tumbarnos, entramos …

Miramos con frialdad al viejo Oz, sus largos suspiros y su olor a alcohol, nos detenía, pero era mas grande la curiosidad, que no pudimos detenernos …

Oz, Oz, despierta, soy Sara, vine con Ran, espero no te moleste, queremos saber, qué existe más allá de este maizal, de las praderas, después de las cordilleras?
Sus ojos, casi dormidos, rodearon la habitación, su mirada se congeló al vernos, su miedo se nos presentó … Un golpe en la cien sentimos al instante, solo recuerdo que mi mano se separó de Sara…

Al día siguiente, nos respondieron la pregunta, un ejército armado, con fuego frente a nosotros, dispuestos a dejarnos en claro, que no pertenecíamos a los humanos … “Satanás, Satanás, vete de aquí, muere entre las llamas que te rodean”, nunca pudimos entender esas palabras, fue la primera vez, que sentimos el miedo …

El calor, nos empezó a agotar, nos quemaba por dentro, nos dejó, nos fundió …
No se si es el principio o es el final, Sara, comprendo ahora lo que significa tácito, no se donde estás, no puedo ver, no puedo sentir, Sara, el maizal ya no es igual, no conozco este lugar, tan solo, me quiero despertar, tan solo te quiero encontrar …

... Vuelve a mi, seguimos este sendero, en tu recuerdo tácito te espero, Querida Sara ...