Lunes de abril, por la mañana, nunca sentí este sentido absurdo por el amanecer, deseo la nocturna cita, desde la primera vez que me perseguiste, desde que te conocí ...
No solía mirar para el cielo, sentía una pérdida de tiempo, la línea recta de mi vida no ondulaba, ni por los cruces de esquina, semáforos en rojo, canciones de amores absurdos, codicias del mundo sin sombra ...
Aquella noche bajo la lluvia densa, como habitantes de un sitio donde no esperan, ni tren, no son ni pasajeros, solamente están ahí, cubriendo donde nunca moja, llorando donde nunca seca, esa noche, en pleno estado de espera, te conocí, sabía que nunca te habían tocado, que esa farsa de haber golpeado tu suelo, era solo eso, una farsa, media tinta del siglo veinte, por conseguir sus primicias ...
Fui siguiendo tu rastro, inclusive en las noches sin estrellas, con nubes espesas, como la mirada que me fijaba hacia ti ...
En cada noche, bebiendo ginebra, sobre el coche, en las aceras de este pueblo sin fantasmas, sin bares, a la media nocturna ya esperaba por ti ...
Me enamoré de tus llenas, de tus cuartos, menguantes y crecientes, fui acomodando mi respiración a tu movimiento, como carretera sin destino final, sin resucitar lo material, éramos solo tu y yo ...
No soportaba las mañanas de verano, los ruidos de los autos, me esparcía por la gente, hasta llegar a la montaña de la ciudad, y esperarte, poder mirarte, doce horas más, hasta que el te quite tu estandarte ...
Solo esperaba abril, cada año para mí fue siempre, abril, no existía más, ni cumpleaños, nacimientos, muertes, solo era en abril, donde yo podría existir ...
Nada me arruina la prisa, no hay pasos obligatorios, esta noche, te espero, viernes de abril, en aquel sendero, mañana no estaremos más, he soñado encontrarme contigo, lejos de las pesadillas, juntando, soñando que soñando contigo, aunque sea en el infierno te espero, para fundirme en tu fuego ... Hoy es tu último cuarto, pero mi primer entero, nuestra última cita, y nos uniremos, cuando el amanecer choque con el cielo, me apegaré a tu cuerpo, como si fueses de cera ... Apagaré las velas, esta noche ... Te espero