expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

viernes, 28 de mayo de 2010

...La-Mús...

Tengo entendido que fuimos el sueño de alguien que se fue sin recordarnos, como algún antespasado o un despofuturo de nada y de todo, que nos dejó en pleno presente mirando al costado, a tu sabio costado y a la savia de vida entre manos testigas sin nada que culpar, y nos dejó desenvueltos de prendas sobre una mesa sin piernas, delgada y suave, nos dejó despiertos con la música incompleta, subjetiva llena de objetos, con los ojos desamados bien abiertos, como si no pudiese reconocer lo que tenía enfrente.

Entre tanta incompletitud de andarme contigo sin tus besos desmerecidos, faltaron las notas repetidas constantes, y fuimos buscando mientras nos íbamos perdiendo a cada paso, sobre el piano de fondo y las trompetas de mudas, nos íbamos perdiendo, de apoco tocando las notas faltantes, y el mismo mío de espejo empañecido que repetía sobre tu espacio sin sombra ya sinmigo:

Desabastéceme de tu pronunciación, pecado voz de sol, mas no podría aguantarme las ganas de llamarte la atención... Oh! niña, desquiéreme antes de andarte, que podría deshidratarme con todo lo tuyo, noche por noche, y aún más, cuando la música falte.

Y la música se fue, se me fue contigo, me quedé con la carne y hueso en exceso, casi casi tan incompleto como la música de fondo y el silencio de mudas, así me quedé y me desviví para morir de vuelta, para volver de nuevo donde nunca estuve, y compartirme con alguien la música entera, el cuerpo y la mente sabatinera, un viernes por la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario